Esta semana está llegando a nuestras casillas de correo electrónico un mensaje firmado por "Farm. CARLOS ALBERTO FERNANDEZ".
En el texto se puede leer la opinión de quien escribe. Es un mensaje anónimo, descalificatorio y agresivo que nos debe llamar a la reflexión.
Es anónimo porque sale de una casilla gratuita que cualquiera puede abrir utilizando un nombre falso. Pero aunque no haya certeza de su autor, no hay duda de su intención, no hay duda sobre el uso (y abuso) del padrón de direcciones farmacéuticas que debe ser resguardado por nuestras autoridades y no hay dudas sobre la decisión de volver a usar el envío de mensaje anónimos o apócrifos para descalificar a los colegas que no piensan igual.
Pero si es cierto que la carta proviene del presidente de todos los farmacéuticos argentinos, es más grave aún.
Contesto algunas de la imprecisiones que aparecen en ese texto porque mi nombre se menciona varias veces y porque, como farmacéutica y ciudadana, me ofende que se utilicen las elecciones farmacéuticas para generar miedo, vergüenza y mentiras.
Sobre lo actuado por los colegas que se mencionan en el mensaje pueden existir diversas miradas sobre las que podemos discutir, pero no en esos términos.
Por otro lado, al hacer mención sobre mi responsabilidad en la actual gestión, por la cual recibo un honorario que pagan mis colegas, debo aclararle al autor de la nota que regularmente escribo un informe que comparto con los farmacéuticos:
1) A quienes escriben o preguntan a mi casilla de correo electrónico del Colegio o la privada. Ambas direcciones han sido publicadas en la revista EL COMPRIMIDO o en están disponibles en el Colegio provincial.
2) He realizado siete informes de con parte de mi gestión en la revista que EL COMPRIMIDO que se envía a toda la provincia.
Para empezar debo decir que, como integrante del Area de Obras Sociales del CFPBA, no hay proyectos con nombre propio, lo que se propone sale como propuesta del área que hasta noviembre de 2008 presidía el colega Oscar Paganini (que renunció a su gestión por motivos personales) y que desde entonces lleva adelante el Farm. Alejandro Martínez.
Elijo tres ejemplos de mis propuestas en el Consejo Directivo que afectan nuestros honorarios:
1) Reglamentar los préstamos a los Consejeros del Colegio Central, muchos de los cuales se han beneficiado con créditos de hasta Treinta mil pesos (si, leyó bien, $30.000).
2) Proceso de descentralización de procesamiento de recetas aprovechando la estructura de las filiales para aliviar al central, cuya primera etapa se aprobó y luego quedó en la nada. Se trata del circuito de procesamiento de las recetas que los colegas elevan para su presentación y cobro en las obras sociales y que actualmente duermen 30 días en el Colegio. Cuando entramos hace dos años había recetas que se quedaban hasta 80 días, en el colegio.
3) Seguimiento y fiscalización de los procesos que involucran, desde el ingreso de las recetas que entran al colegio para su procesamiento antes de la presentación en las obras sociales, luego presentación y gestión de cobro de las mismas, para lo cual se prometió un programa que nunca llegó.
Quizás el autor de la carta no se ha enterado de mis propuestas y mi trabajo cotidiano en la Institución porque realiza sus tareas fuera del Colegio, desempeñando varios cargos al mismo tiempo y que se superponen con sus responsabilidades hacia sus colegas bonaerenses.
En cuanto a la opinión tan alegremente vertida sobre la Farm Raccagni debo decir que en lugar de "bañarnos en las aguas del Jordán", lo que habla de un perdón sin condicionamientos, quienes integramos o apoyamos la propuesta de la Lista 2 hemos destacado la independencia y trayectoria de la colega en diversas áreas de la profesión.
De paso debo recordarle al autor de ese relato tan nefasto, que la sanción que señala no se produjo por falta de ética, si no por una defensa gremial con la cual las autoridades provinciales no estaban de acuerdo. Por la metodología utilizada por el Consejo Directivo la Justicia ordinaria no convalidó esa sanción y por eso podemos participar libremente de las elecciones como candidatos.
Finalmente debo agregar que comparto la indignación ante la carta de mis colegas que forman la Lista 2.
El autor de la nota, homónimo del Presidente de la COFA, no hace otra cosa que amedrentar, confundir, difundir datos por completo erróneos y falsos.
En lugar de proponer ideas, mostrar gestión, compartir resultados en beneficio de todos prefiere manchar con miedo y vergüenza nuestras elecciones.
Podemos tener diferencias de criterio entre colegas, ¿o no?
Entonces, ¿por qué descalificar?
Porque a veces resulta la única manera de imponer una opinión para quienes se han quedado sin argumentos para defender sus ideas.
Farm. Silvina Melitón*
Vocal Titular
Area Prestaciones
Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires
* (Puede leer los siete informes de trabajo de la colega Melitón en las ediciones impresas o electrónicas de la revista EL COMPRIMIDO que edita el Colegio de Farmacéuticos de La Plata)